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domingo, 9 de noviembre de 2014

Esa burbuja llamada MIR

¡Hola a tod@s! 

Después de todo este tiempo sin manifestarme, puedo decir que sigo viva un día más para seguir comiéndome el MIR. Muchos me han preguntado cómo me van las cosas. ¡Gracias por esos mensajes, por los ánimos y los "tú puedes"! La respuesta es simplemente "van". Las "mini-vacaciones de verano" me dieron energías renovadas para el tirón que venía pero la verdad es que a día de hoy tengo las baterías nuevamente agotadas. 

Ha pasado mucho tiempo ya. En Julio empecé la segunda vuelta de mi calendario MIR y hoy ya puedo darlo por terminado. Ha sido una maratón de 4 meses y medio con un recorrido por todas las asignaturas de la carrera. Algunas han sido más fáciles que otras, con algunas puedo decir que disfruté y con otras, me estanqué de mala manera. Sin duda los simulacros han marcado el ritmo de los altibajos a lo largo de la preparación. Pero con el tiempo uno aprende a no malgastar energías en pelearse con los percentiles y sólo acepta que aún queda trabajo por hacer, siempre hay algo más que se puede hacer. Y así es cómo llegas a acabar con 3 tacos de post-its (récord personal).

Ha empezado a hacer frío... ¡chaaacho, qué frío! Vivir en Madrid es como vivir dentro de la nevera. Cada día superamos la temperatura mínima a la que he estado. ¿Qué esperas? Vengo de una isla tropical (con volcán pero sin cocoteros). Todo sea dicho, lo estoy disfrutando muchísimo. Me encanta tener una excusa para usar, al fin, mis abrigos, bufandas, guantes...

En la academia cada semana nos dan dosis extra de ánimos, nos enseñan lo cerca que está la meta y nos dicen que estamos prácticamente ahí. Eso no evita que nos pongamos cada vez más nerviosos, que se oigan más resoplidos en los simulacros ni que estemos cada día más cansados. Pero supongo que es parte habitual y necesaria del ciclo MIR. 

Estamos en noviembre amigos... 

lunes, 18 de agosto de 2014

Madrid Meeting

En estos meses he comprobado mi teoría de que conocer gente en Madrid es complicado. Hasta ahora no he hecho grandes amigos (y llevo casi dos meses). 
Las personas nuevas que conozco son mis compañeros MIRes de la academia, el reponedor del Carrefour Market (al que siempre le tengo que preguntar dónde están las cosas que busco: chacho, ¿dónde está el queso en loncha?, ¿el tomate en salsa?, ¿has visto la sacarina?) y mi vecino de arriba.

De la academia conozco gente muy variada de variados sitios del mundo como Asturias, Costa Rica o Brasil. Se han formado pequeños grupitos de amigos, por conocidos comunes o simplemente cuestión de gustos, a los que he decidido no agregarme. Esto sonará muy antisocial pero: no tengo tiempo para grupos de amigos ni quedar cada dos días para tomar cañas ni tapas. Básicamente he acabado relacionándome con las personas que se sientan cerca de mí en clase (siempre usamos los mismos sitios, casi). Nos reímos juntos, comentamos cosillas y luego cada uno para su casa o donde quiera que estudie. Esta es la vida del estudiante MIR de AMIR (porque en otras academias nos han comentado que... bueno, todo es muy diferente). Supongo que los que están estudiando el MIR a distancia podrían pensar que los del curso presencial hacemos más vida social. Qué chiste... cuéntame otro.   

El reponedor del Carrefour no da mucho de sí mismo (literariamente hablando). La primera vez que le pregunté por la sacarina me dijo: "Mm, sí.. espera.. creo que está aquí, ah no.. aquí detrás... ¿tampoco? pero si de hecho la coloqué yo ayer.. espera que la busco". Bravo. Si él se pierde ya no me siento tan desorientada yo. Lo veo casi todas las semanas porque siempre está pululando por los pasillos donde se detiene el tiempo para mí. Soy MUY indecisa así que elegir entre pan de molde integral o sin corteza me supone una dura cuestión; cuando hay que elegir galletas, ni te cuento. Le doy muchas vueltas. Con el café y el chocolate no suelo tener dudas. Soy de gustos pijos fijos.  

En cuanto a mi vecino, no podría haber tenido más suerte. Vive con su madre en el piso justo encima del nuestro. Ella chilla un poco cuando habla por teléfono pero él es un encanto: casi nunca está en casa y cuando está, ni se le oye. Con vecinos así da gusto estudiar. Trabaja fuera de casa la mayor parte del día. Es más o menos de mi edad, está de buen ver y parece simpático, ha hablado con él un par de veces que nos hemos encontrado en la escalera. Tiene novia pero curiosamente también tiene demasiadas camisas rosa y azul pastel, no digo más. También es cierto que hay veces en que me gustaría subir y darle un palo en la cabeza: por ejemplo, los viernes por la noche, cuando le da por poner la música a tope. La música es buena, me gusta su estilo pero la verdad es que a la 1 de la mañana, me raya un poco. Yo lo entiendo, es joven y quiere divertirse; pero chico solidarízate con el resto de mortales y vete de bares como los demás. Igual sería interesante comentarle que los MIRes también nos levantamos a las 7,30 am los sábados. Ay señooooorrr...   

jueves, 3 de julio de 2014

1789.96 Km

Hace dos días que llegué por fin a Madrid, con 3 bultos de equipaje (y otro más en camino) y 35 Kg de peso a mis espaldas. 

Si me preguntas si creo que ha valido la pena te diré que absolutamente. Tener en mis manos las llaves de un piso casi mío es algo único y genial. Ya sé que me dirás que es de alquiler, que no es mi casa y que sólo será temporal. Pero aunque llevo aquí apenas un par de días, puedo asegurar que el piso fue mío y de mi compañera B. desde el momento en que fuimos a comprar nuestro primer juego de sartenes y los cuchillos. Lo de estudiar ya es otra cosa, no lo llevo tan bien. Volver a coger el ritmo (y encima un ritmo tan intenso) después de semanas haciendo el ganso me está costando la vida y milagro. Pero poco a poco, todo empieza a encarrilarse. Después de los dos primeros días locos comprando cacharros de cocina y abasteciendo la nevera empiezan a encauzarse las horas y a organizarse el calendario. 

Ahora a lo que toca, a currar como una campeona...  

sábado, 14 de junio de 2014

Los días gloriosos de los universitarios

Estos días mi hermana E. se ha presentado a la PAU (prueba de acceso a la universidad). 

Uno de los días fui a recogerla al salir del último examen. En Tenerife esta prueba se hace invariablemente en el Campus de Guajara año tras año. Aprovechando que los universitarios han terminado los exámenes utilizan las aulas para que los futuros estudiantes hagan la prueba. Mientras esperaba por fuera del campus a mi hermana tuve un momento para mirar la estampa. 

Me recordaba mucho a la vez que una Deb Pita motivadísima y estresada pisaba aquel césped y aquellas clases para realizar su propio examen PAU. Fue hace unos cuantossss años pero ni toda la Medicina ha conseguido borrar aquel recuerdo. Hacía mucho calor y el día estaba soleado, como la otra tarde. La gente se agolpaba por los pasillos, hablando en voz muy alta sobre tal autor, el comentario de ese tema de historia o preguntándose si entraría Platón. Me acuerdo del miedo a que mi nombre no estuviera en la lista cuando llamaban para entrar al aula; de revisar si tenía el DNI una docena de veces también. Creo que en ese momento fue cuando me hice una obsesiva del control, aunque algo arrastraría de base. Me gustaba mirar por las ventanas que daban al patio interior del aulario mientras pensaba qué sería de mí si no conseguía la nota para entrar en Medicina. Qué tonta. 

Esperando allí sentí la agridulce punzada de la nostalgia unos escasos segundos. Enseguida apareció mi hermana y arrancamos el coche para irnos. Me sigue resultando raro no llamarme universitaria sino opositora MIR. Suena diferente. Y como todo lo que no es igual, da algo de vértigo. 

lunes, 9 de junio de 2014

Despedidas

Este mes las despedidas se me amontonan. No pensé que el MIR pudiera marcar tanto un antes y un después. Creo que la gente se está poniendo demasiado mimosa. Pero no he desaprovechado cada oportunidad de decir adiós a mis mejores amigos. No es una separación para siempre, claro. Pero es el abrazo de "ánimo, no te rindas, hablaremos para ver cómo va esto, otros lo han hecho antes, lo conseguiremos, nos volveremos a ver cuando toque celebrarlo, te quiero". Aún quedan 22 días... 

jueves, 5 de junio de 2014

Punto de partida

Todavía no toca ponerse serios pero creo que, ahora que dispongo de algo más de tiempo libre, podría tratar de ponerme al día. El tutor no se cansa de repetirnos que cuanto más trabajemos ahora, más fácil nos resultarán las cosas después. Bueno, no está mal bajo mi punto de vista. La verdad es que no pensé que pudiera tener tantos manuales "subrayados" (ese concepto es un poco abstracto) por estas fechas. Ha sido un curro llevar las cosas casi al día, con tantos trabajos de rotatorio. 

El recuento ahora mismo es el siguiente:
  • Clases pendientes: 5 de 21.
  • Tutorías pendientes: 3.
  • Simulacros pendientes: 2. 

¿Sabes lo que pasa? Que es Junio, hace calor y sigo cansada. Soy un poco desastre... Me consuela saber que mis compañeros de clase me entenderán. 

Ellos sin duda comparten mi idea sobre lo valioso que es este tiempo de descanso para poder coger luego los estudios con fuerza. Cada vez que veo fotos suyas de viaje por Europa, en playas (de arena amarilla, negra o de rocas) o liados con tareas varias como salir de fiesta tres veces por semana me reafirmo un poco más. Tampoco es cuestión de perder completamente el ritmo y el norte. Siempre es bueno mantenerse parcialmente activo, por eso me he propuesto mirarme alguna de las cosillas que se me quedaron atrasadas de este primera fase de contacto con el MIR. Ocurre igual que cuando era pequeña. Al acabar el curso lo primero que pedía a mi madre eran los cuadernillos de Santillana con ejercicios para hacer los días que no iba a la playa. (Soy masoquista, lo sé). Nada he cambiado. No puedo quejarme, este verano tendré algo más de veinticinco cuadernillos y un libro gordísimo.

¡Feliz Jueves!

martes, 3 de junio de 2014

¿Deb, sabes qué es el Feng Shui?

El otro día leí lo siguiente: 
"VIVIR EN ESPACIOS desordenados nos demuestra, según el feng shui, que nuestra vida está llena de bloqueos. Esta disciplina oriental defiende que las habitaciones ordenadas son aspectos de nuestra vida que funcionan con fluidez, mientras que los espacios desordenados están impidiendo nuestra atención porque algo nos está bloqueando, obstaculiza la libre circulación de energá y nos impide avanzar. Una buena manera de facilitar el desbloqueo personal es poner orden en casa, guardar cada cosa en su sitio o deshacernos de lo que ya no es útil, dejando, así, espacio para que entren nuevas ideas y experiencias."

- Revista Mente Sana, Jorge Bucay.
De esto pude hacer una gran deducción: necesito ayuda. Nunca he creído en el feng shui. Lo primero que me viene a la cabeza cuando me lo planteo es un jardín cuadrado con arena blanca dentro y un tío con un batín marrón con un rastrillo ordenando el universo. No me preguntes por qué el batín marrón. Lo del desorden ya me lo decía mi madre desde que era pequeña: ¡¡¡Deb RECOGE!!! Pero ni ella con sus miles de intentos pudo hacérmelo procesar. Vivo entre mi marabunta de trastos y así soy feliz. No te sé decir hasta qué punto mi caos puede ser significativo de que haya bloqueos en mi vida. Mi día a día no está libre de sobresaltos, como el de cualquier otra persona. Pero creo que la ranita atrapa-clips que está colgando en un mini-pozo en mi estantería no tiene la culpa. (Si la encuentras en la foto, haz +1, ¡jajaja!).  

domingo, 1 de junio de 2014

¡Hola!


Hoy empieza la cuenta atrás... 

Es obvio que todavía no me he mudado a Madrid. Queda exactamente un mes para irme. ¡Tengo ganas! La razón por la que he decidido cambiar de blog ahora es porque estoy segura de que estos últimos días en casa no tendrán desperdicio. Me voy a reír un rato preparando todas las cosas que tengo que llevarme, incluyendo mis 10 Kgs de libros. Bromas aparte, aquí lo encontrarás todo igual entre tú y yo, aunque un poco más desordenado. 

Por lo pronto, tengo piso (que aún no he visto), compañeras de piso (que no conozco), maleta (vieja, pero de una pieza) y tengo vuelo (sólo de ida). Las clases de cocina de mi madre están en su apogeo (sé hacer una paella) y en breve, me pondré con algunas tareas atrasadas (manuales mir sin subrayar) que tengo pendientes. Suena bien por ahora, ¿no? Ya queda menos para remangarse y meterse a faenar. Qué emoción (y estrés, a partes iguales)...

... y ¡¡Bienvenido!!